263-Symphony Nr. 1

Obra dedicada a mi buen amigo José María Angelats.

Primera incursión en este género musical tan clásico como es la sinfonía, uno de los géneros más populares entre los melómanos a lo largo de la historia de la música de los últimos 200 años, y también uno de los géneros más desprestigiados para los compositores de hoy en día.

Mi particular relación con la sinfonía nace exactamente al inicio de mi pasión por la música, ya que la primera obra que me impresionó profundamente en mi vida fue la sinfonía Nr. 6 "Pastoral" de Ludwig van Beethoven. Pero es que después vinieron por este orden: la Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz, la Sinfonía No. 40 en Sol menor de Wolfgang Amadeus Mozart y la Sinfonía No. 8 "del Nuevo Mundo" de Antonin Dvorak. Por lo que las sinfonías han sido desde el inicio de mi dedicación a la música uno de mis géneros favoritos.

A lo largo de los siguientes años al descubrimiento de estas primeras sinfonías he disfrutado siempre mucho con este género musical, con las obras maestras del repertorio de autores irrenunciables como Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Schumann, Mendelssohn, Brahms, Bruckner, Tchaikovsky , Mahler, Shostakovich, Sibelius, Prokofiev o Nielsen, pero también con autores como Britten, Berwald, Elgar, Franck, Stravinski, Messiaen, Rautavaara, Part y muchos otros autores que no menciono pero que conozco y los he estudiado en su día. Por todo lo que estos autores han escrito a lo largo de la historia, al género sinfonía le tengo un gran respeto.

Entenderéis pues que haya esperado más de 25 años de carrera musical, y más de 260 obras en mi catálogo para entrar en este género, aunque todavía tengo muchísimo que aprender, me he sentido con fuerzas para intentarlo.

Una sinfonía clásica, con cuatro movimientos, y de carácter alegre y vital, como muchas de las sinfonías de Haydn y Mozart, o la extraordinaria primera sinfonía "Sinfonía Clásica" de Prokofiev.

Un total de 21 minutos de inventiva musical alegre y serena, esto es mi primera sinfonía.